Un
día llorón
Un
sábado, que me tocaba cocina, me levante con mucha pereza, porque odio madrugar
los sábados, sin embargo me entusiasme un poco porque tenía cocina y no
servicio, debido a que personalmente prefiero estar en la primera. Alrededor de
las 8 a.m salí de mi casa y el bus se
demoro mucho en pasar, cuando por fin lo cogí había trancón en la 19 y desde
ese momento presentí que algo malo iba a pasar, debido a que ya iba demasiado
tarde, tanto que me toco colocarme el uniforme en el bus cuando ya casi iba
llegando, cuando por fin llegue entre a la cocina con cuidado sin que Jaime me
viera, busque a la chef del día que era Andre y le pregunte que hacía, ella me
recomendó que le preguntara a Jaime y así lo hice, pero desafortunadamente no
me dejo entrar, le rogué y le rogué y lo que él me respondió fue “ve a dormir,
que por eso fue que llegaste tarde”, así que me sentí muy mal y me fui a
llorar, nadie me podía decir “¿Qué te paso?”, porque de una me ponía a llorar;
así que ese ha sido uno de los peores días que he tenido en cocina.
CAROLINA PARDO
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