domingo, 9 de septiembre de 2012

La cocina y sus virtudes...


Debía preparar el almuerzo de mis 26 compañeros junto a Kelly, mi compañera de puesto el día del evento.
Aunque ninguna de las dos tenía muchos conocimientos del tema, nos esforzamos mucho en la preparación del ajiaco... Desde pelar las papas, hasta servir a cada uno. El proceso no fue tan complicado, pero si lo es para alguien que no tiene experiencia en la cocina; tuvimos que preparar las papas, el pollo, estar pendiente del ajiaco, sal y demás detalles.
A pesar de todo, fue lindo que, al momento de mis compañeros entregar los platos al steward, se acercaban y manifestaban su gratitud y lo mucho que les gustó el ajiaco. Fue gratificante ver cómo los esfuerzos siempre son compensados de cualquier manera y la cocina tiene ese don, de alentar a cualquiera con un pequeño halago por el sabor de cualquier plato.

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