Desde
hace algún tiempo la abuela de la familia Caro se sentía muy triste, pues hace
unos meses su hijo y su esposa habían decidido mudarse a Bogotá, ellos se marchaban de casa muy temprano y regresaban
en la noche, sus nietos estudiaban, así que Julieta permeancia sola durante
todo el día, ella desolada se sentaba todas las mañanas en frente de la ventana
de su cuarto para observar la ciudad y a cada una de las personas que por allí
pasaban. Tras pasar días y días descubría hermosas y maravillosas mañanas, el
sol le permitía no sentirse triste y poder disfrutar de cada pequeño detalle que lograba observar.
Sin
embargo, ella notaba algo extraño, las personas comenzaban el día con una cara
de estrés y mal genio, parecía que todo les molestara, y ella angustiada por
esto, decidió no volver a sentarse frente a la venta por un tiempo. Pero los
días pasaban y ella deseaba profundamente ver el sol y que este alegrara de
nuevo sus días, empezó a observar las mañanas y notaba lo mismo, el rostro de
las personas no cambiaba e iba empeorando, esto era demasiado triste pues en el
pueblo en el que ella vivía las personas eran muy amables y sonrientes pese a
los problemas que tenían.
Un
día decidió que ella debía cambiar la situación
y pensaba que solución dar, pensaba en traer las personas de su pueblo
para que juntos contagiaran de su alegría a las personas, pero esto era muy difícil, no muchos aceptarían
venir a la ciudad, pensó entonces en salir y hablar con cada una de las
personas que por allí pasaban, pero esta tampoco era la solución pues la
personas no tenían tiempo de hablar con ella, así que Julieta desesperada
decidió hablar con su hijo para que la a aconsejara, pero él tampoco tenía
tiempo, recurrió a su nuera pero ella estaba demasiado ocupada y a sus nietos
no les interesó lo que ella deseaba cambiar.
Ella muy triste no sabía ya que hacer, pero
era una mujer tan dulce y tan cariñosa que logró dejar su tristeza de lado y
buscar de nuevo una solución, como ella cocinaba unos postres deliciosos
decidió inventarse una nueva receta y regalar un postre a cada una de las
personas que por allí pasaban, su primer nuevo postre se llamó postre de natas,
el cual tenía en sus ingredientes leche, azúcar, yemas y uvas pasas y un enorme
cariño, pues deseaba profundamente enamorar a las personas de la vida y
hacerlas realmente felices. De esta manera, empezó a regalar en la mañana un
postre a cada persona, ellas quedaron tan encantadas con este que cada mañana
pasaban por allí para probarlo de nuevo, Julieta al ver esto y el cambio en la
actitud de las personas para comenzar el día decidió inventarse un nuevo postre
al cual llamó brevas con arequipe, este endulzaba de nuevo los días de las
personas y las hacía sentir una felicidad inexplicable. Fue tanto su éxito, que
el número de personas diarias aumentaban cada vez más y esta fue su inspiración
para inventar las fresas con crema.
Se
sentía tan alegre de poder haber cambiado la actitud de las personas con tan
solo un pequeño postre en la mañana, que Julieta en realidad deseaba poder
seguir llenando la vida de las personas de felicidad en todo momento, pero
deseaba a un más poder compartir con su
familia un pequeño postre y que ellos tuvieran tiempo para ella, decidió
entonces abrir todo su garaje y ofrecer
otro plato que lograra cambiar a las personas de aquella ciudad. Como su
inspiración era el sol, se le ocurrió inventar un plato que fuera llamativo, de
un color vivo, alegre y lo más
importante que lograra cautivar a cada una de las personas de amor y tiempo
para disfrutar los momentos y los detalles más bellos de la vida, como la
familia.
De
esta manera se invento el Ajiaco, elaborado con pollo, papa criolla, papa
sabanera, papa pastusa, mazorca, guascas y con el ingrediente más importante el
amor, de una manera sorpréndete las personas no dejaban de visitar su pequeño
garaje para probar y deleitarse con tan maravillosos platos. Su familia al
probar esto sorprendentemente también cambio y lograron darse cuenta de lo
importante que era su abuela en el hogar y la unión que ella representaba.
Julieta
logró cambiar la situación tan triste que vivían los ciudadanos de Bogotá y por este motivo actualmente los anteriores
son platos representativos de la cultura bogotana y es en razón a ellos que las
familias se reúnen con amor para disfrutarlos.
LAURA VIVIANA APACHE ALVAREZ