domingo, 30 de septiembre de 2012

Primíparos en Paloquemao
Jenny Pérez


Visitar por primera vez una de las plazas de mercado más grandes del país es muy complicado y hasta traumático; sobre todo uno si va con otras personas que también visitan el lugar por primera vez. Es difícil entablar conversaciones con los vendedores, difícil caminar por el lugar, difícil saber qué comprar, y hasta difícil preguntar, pues muchas veces se reciben respuestas duras… Si es que las recibe.

A pesar de lo traumático del asunto, la visita fue satisfactoria. Fue lindo ver los diferentes colores sobre las estanterías, canastas y bultos, las frutas, vegetales y verduras que nunca antes había visto. Voy a sonar muy romántica, pero esa riqueza de Colombia de la que todo el mundo se habla está a la venta en las canastas. No sólo hay frutas de muchos lugares del país, también se encentran aromáticas, especias, vegetales, verduras, sin embargo, Tolima, Santander y Cundinamarca fueron los más escuchados.  Además, hay utensilios extraños, de palo, de pasta, de acero, como quien dice: “Para todos los gustos”.

Yo sinceramente quiero volver a la plaza de mercado de Paloquemao en Bogotá con alguien que sea capaz de contarme cositas desconocidas, me haga probar frutas nunca antes vistas y me haga sentir olores desconocidos.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Un Historia Familiar...




La historia de mi familia se ha desarrollado en Soata, un pueblo en el norte de Boyacá, en el que hace mucho tiempo la cocina no contaba con los diferentes implemento que actualmente se conocen y utilizamos. Es así, que conversando con mis familiares, me relataron que en el campo, donde ellos vivían, cocinaban en fogones de madera soportada por 3 piedras para poder mantener los distintos implemento para cocinar, este proceso demoraba aproximadamente 1 hora, del mismo modo, la recolección del agua era recogida de posos abundados de agua mineralizada por una quebrada cercana a la finca. Mi abuela cuando era pequeña, se vio en la obligación de aprender a cocinar junto con su hermana para poder apoyar en los deberes a su familia y así poderse defenderse posteriormente para su vida propia, en el que platos tales como sopas de maíz, conchucos de maíz, conchucos de trigos, gallina y rullitas, eran unos de los platos mas abundantes durante su niñez, en el  que en un futuro enseñaría a sus hijas. Conservando una humilde sazón, adoptaron una tradición autentica del campo y enriquecedora para la gastronomía de Soata, en el que platos como el cabro, el mute, el tamal boyacense, el masato, las chorizas y los mangares del dátil son conocidas y desarrolladas aun en la actualidad de la Ciudad del Dátil. 

Cristian N. Lizarazo M.

viernes, 28 de septiembre de 2012

La dulce Semana Santa






Desde hace algunos años, mi familia tiene la costumbre de reunirse los viernes de semana santa a compartir entre todos con primos, tíos y abuelos, una reunión en donde no solo las historias de años anteriores o de los sucesos recientes son protagonistas, durante esta época mi abuela suele preparar una serie de dulces cuyos nombres no sé si son los tradicionales o si son una denominación que mi  familia le ha dado a través de las generaciones; estos dulces son el centro de atracción tanto para niños y adultos durante estas reuniones, puesto que durante otras épocas del año ninguno de nosotros tiene la oportunidad de probarlos, entre los dulces que recuerdo están: un caramelo de plátano que usamos para untar sobre galletas, al que mi primo llama mongo-mongo, dulces de tamarindo, tortas de banano, entre otras delicias que en el momento no logro recordar pero cuyos sabores están presentes en mi memoria cada vez que recuerdo la Semana Santa. Así es como durante estas reuniones, en las que mi casa parece estallar de la cantidad de gente que se encuentra allí, hay un momento de silencio mientras todos; sin importar si somos jóvenes o viejos, si nos hablamos el resto del año o no; nos sentamos por toda la casa, en el comedor, la sala, el patio y las escaleras a comer y saborear el amor con el que una mujer como mi abuela es capaz de preparar sus recetas.

Ingrid Gisell Farfán.

jueves, 27 de septiembre de 2012


Los crepes deformes


En mi vida cotidiana yo cocinó muy poco, es más ahora que he tenido la oportunidad de conocer la complejidad de la cocina y de sus técnicas, podría afirmar con toda seguridad que no sé cocinar y se me ha convertido en un verdadero reto la experiencia que en este semestre estoy viviendo.
Una prueba de ello, fue el día que estaba desarrollando el papel de repostería y el chef Jaime me ordenó hacer crepes, no sabía como hacerlos y aunque tenía los ingredientes de la receta no sabía cuál era el procedimiento, por tanto, Jaime comenzó a darme las instrucciones y aunque trate de llevarlas a cabo al pie de la letra surgieron algunos improvistos como que algunos crepes se me quemaran, otros me quedaran un poco deformes y en el peor de los casos que se me partieran al girarlos, en realidad fue una nueva experiencia.
Cabe resaltar que aun así con todos estos improvistos no faltaron las palabras de la amiga optimista que en este caso fue Angélica quien me decía “Uyyy lauri que bien…”, tal vez porque nunca me había visto cocinar, apreciaba la deformidad de mis crepes, y por qué no decirlo reconocía el toque secreto que les estaba dando a los crepes: “Crepes a lo laureano”.
Laura Quiroga  

jueves, 20 de septiembre de 2012


Un día llorón

Un sábado, que me tocaba cocina, me levante con mucha pereza, porque odio madrugar los sábados, sin embargo me entusiasme un poco porque tenía cocina y no servicio, debido a que personalmente prefiero estar en la primera. Alrededor de las 8 a.m  salí de mi casa y el bus se demoro mucho en pasar, cuando por fin lo cogí había trancón en la 19 y desde ese momento presentí que algo malo iba a pasar, debido a que ya iba demasiado tarde, tanto que me toco colocarme el uniforme en el bus cuando ya casi iba llegando, cuando por fin llegue entre a la cocina con cuidado sin que Jaime me viera, busque a la chef del día que era Andre y le pregunte que hacía, ella me recomendó que le preguntara a Jaime y así lo hice, pero desafortunadamente no me dejo entrar, le rogué y le rogué y lo que él me respondió fue “ve a dormir, que por eso fue que llegaste tarde”, así que me sentí muy mal y me fui a llorar, nadie me podía decir “¿Qué te paso?”, porque de una me ponía a llorar; así que ese ha sido uno de los peores días que he tenido en cocina.

CAROLINA PARDO

domingo, 16 de septiembre de 2012


TAMAL TOLIMENSE : UN TOQUE DE AMOR

El lugar de nacimiento o el entorno que nos rodea marca gran trascendencia en la complementación del ser humano, desde la forma de pensar hasta los gustos por una tradición, costumbre, y lo más importante una  comida… una comida que los hace común y que despierta en cada persona de la región un sentimiento de identidad, sabor  y unión.
La historia que voy a relatar es una clara visión de lo que la familia acompañada de una tradición  a construido y que en el devenir del tiempo a generado cierto impacto en abuelos, padres hijos e incluso nietos.
En el sur del Tolima en un pueblo llamado Casa de Zinc nació mi abuela Silvia Montes, siendo ella la encargada de aportar una receta original que le habían enseñado desde pequeña su madre, estoy hablando del famoso Tamal tolimense  y al preguntarle  con gran incertidumbre como preparaba aquel plato tan mencionado pero que dentro de mis conocimientos no sabía  hacerlo, me contesto “claro hijita: Remojar el maíz durante 3 días cambiándole el agua diariamente. Molerlo y adobar el pollo con sal, comino y pimienta. Sancochar el cuero del tocino y la costilla de cerdo en 6 tazas de agua con un poco de sal durante 20 minutos, reservar el caldo. Mezclar el maíz molido con 3 tazas de caldo y colarlo. En la grasa del tocino sofreír la cebolla, el ajo y el achiote, durante 10 minutos.
Agregar el arroz cocido, la arveja y el maíz, revolver bien y dejar reposar 1 hora.
Para cada tamal engrasar una hoja de plátano, colocar una cama de masa y poner un poco de pollo, tocino, costilla de cerdo, papa, zanahoria y huevo, colocar otra capa de masa encima, recoger las puntas y bordes de las hojas y amarrarlas muy bien. Poner a cocinar en el caldo y agua que los cubra durante 2 1/2 horas con la olla tapada, a fuego medio.”

Al responderme ella , me di cuenta que detrás de un tamal tolimense vienen otros aspectos que cubren la tradición del pueblo desde las fiestas patronales , donde van orquestas , cantantes , juegos pirotécnicos , baile hasta el amanecer , corrida de toros y cabalgatas; estas actividades promueven el desarrollo económico del pueblo pero también une familias como nosotros que desde Bogotá vamos para reunirnos con todos . Si hay algo particular allí es que estas fechas se realizan en tiempos especiales, es decir el sostén de muchas familias es la producción cafetera y cuando se está en tiempos de cosechas y todas las familias venden sus bultos de café recolectan dinero para invertir en la felicidad de los mismos.

Otra de las cosas que me di cuenta es que la mayoría de personas preparan en sus casas grandes cantidades de tamales para cuando lleguen estas fiestas y junto a ello llegue todos los familiares de otros lugares tengan este plato como ejemplo de la comida típica y además para no preparar muchas comidas si no tener ya listo el desayuno, almuerzo y comida.

Del mismo modo el aprendizaje de estas comidas vienen desde los abuelitos y aunque el pueblo valla avanzando a nivel estructural nunca se cambiara su buen TAMAL TOLIMENSE CON UN RICO CHOCOLATE…

 Melissa Aldana Lugo

FAMILIA DE COCINEROS


FAMILIA DE COCINEROS

En mi familia, la cocina siempre ha sido un punto transversal a todas las generaciones. Desde pequeña mi vida ha tenido cierta importancia las reuniones y las celebraciones de todo tipo, mi madre, mi abuela y mis tías, han estado vinculadas a estas manifestaciones sociales siendo anfitrionas, invitadas o prestando un servicio de Catering. Debido a que, cada una se ha destacado en la elaboración de ciertos platos y por su buena “sazón”, lo cual, ha hecho que las amistades les pidan su comida, para el festejo de alguna ocasión.

Es por esto que, las celebraciones en mi familia, giran en torno a el alimento y a la elaboración de este, siempre en cualquier homenaje que hay en mi familia, hay comida hasta para llevar, en donde, todas las mujeres participamos en la elaboración de todo, colaborándonos entre nosotras. Este amor por la cocina, es completamente generacional, puesto que, ha sido trasmitido de madre a hijas, involucrando técnicas muy tradicionales de la cocino costeña y de otras culturas, especialmente de la italiana.

En mi familia, la cultura gastronómica está inmersa en nuestro estilo de vida, tanto que no solo queda en las mujeres este gusto, si no que cada miembro de ella, tanto los hombres y los más pequeños, sabe y conoce de este arte. Generando un gusto y una necesidad de  experimentar y seguir aprendiendo. Me podría atrever a decir que mi familia es una “Familia de Cocineros y Cocineras” 

ALEXANDRA CABARCAS

sábado, 15 de septiembre de 2012

DISPUESTO A UNA BUENA CARA


Pese a las experiencias y los eternos malos días que acostumbramos a tener los seres humanos, el servir a los demás te obliga o todavía, instantáneamente te hace olvidar esos momentos de dificultad, el servicio implica actitud y sobre todo una buena cara dispuesta a hacer por los demás lo que en ese momento los demás no están haciendo por nosotros: escuchar y cumplir.

Desde trabajos indirectos en el proceso de la cocina, cada persona es sumamente importante para el desarrollo de una actividad, pues la cocina dista de cargos, la cocina necesita de querer hacer realidad el sueño o, en nuestro caso, el deseo de una persona. Ahora bien, la pregunta sería si estamos cumpliendo nuestro sueño en este medio que nos convierte en personas humildes pese a nuestra altivez

Por eso, la cocina nos hace cambiar. A unos los convierte en lo que siempre han querido ser y a otros les enseña cómo deben ser.

Aquí, para aquellos a quienes les llena la felicidad de los demás, su pasión está en servir, en hacer felices a los demás y sobre todo en evitar el eterno retorno, que sería salir de la cocina y nuestro restaurante de la misma forma en la que entramos"




En los zapatos del otro



En los zapatos del otro

La cocina del externado un lugar donde sale a flote varias emociones por parte de los estudiantes, desempeñar una tarea nunca antes realizada para mi y cualquier otra persona se transforma en un reto,  independientemente del grado de dificultad que este carezca.

Por esta ocasión me correspondió realizar el trabajo de Stewart, un trabajo no muy apreciado por las personas, pero que se puede denominar como el corazón de la cocina ;Ya que , sin esta no funcionaria la producción de los alimentos al no haber organización dentro de los diferentes procesos.

 Antes de realizar la tarea de Stewart los prejuicios que se tiene por este son variados, no obstante, se conoce la verdadera importancia de este trabajo hasta el momento donde las propias manos lavan un vaso o cualquier otro instrumento de la cocina, por ende, afirmo que nadie sabe la importancia de algo hasta que se pone en el lugar del otro. 

ANDRES PINZON
La tatarabuela todavía en la cocina...

Durante la larga historia de la familia siempre ha influido el amor por una receta,  la cual con el tiempo se convirtió en el centro de las reuniones familiares y principalmente en la union de las mujeres en ese entonces, dado que en esa época todas las mujeres de la casa debían aprender a cocinar ,por lo tanto se sabe que desde mi tatarabuela esta receta ha sido gran influencia.Con el tiempo esta comida paso a ser el plato principal de todos los viernes santo, realmente   la preparación de esta se ha convertido en toda una tradición y en un ritual , aunque en la actualidad se puede decir que se ha ido perdiendo , debido a los gustos de las nuevas generaciones esta receta no es de agrado para algunos haciendo que esta empiece a desaparecer.

La receta radica principalmente en estofar pescado seco con ciertos ingredientes como lo es la almojábana, hierbas aromáticas,algunas especias, leche, queso Etc... (secretos de familia).

Aunque para muchos solo sea una preparación, para otros es algo mas que eso, es la union de anécdotas, experiencias y lo mas importante una familia que durante varias  décadas ha  conservado esta receta  como algo sagrado basado en la union y el amor! 






viernes, 14 de septiembre de 2012

Como si todo oliera a pescado

En mi familia siempre ha existido la tradición de comer pescado los domingos, por lo cual su olor siempre lo he tenido presente pero nunca me ha gustado. Hace poco tuve que ser steward en el taller de cocina donde ese día una de las preparaciones era velouté de pescado y Jaime pidió un ingrediente un poco desagradable que reemplazo el fonde de pescado haciendo que todos los utensilios de cocina que utilizarón las personas que eran entremetier esa vez olieran solo a pescado, sumado a que esa vez se acabó el jabón y era mas difícil pasar por desapercibido el olor que nunca me ha gustado.
No cociné nada ese día pero tampoco fui capaz con mi compañera de comernos esa preparación y aunque el almuerzo preparado por nuestros compañeros fue una recompensa, todo incluso el postre olía a pescado; cuando entramos y volvimos a entrar para lavar nos pasaron unas ollas con unos olores a pescado espantosos para lo cual lavamos tantas ollas con ese olor que pude quitarle el asco al final. Desde ahí,  me agrada un poco mas el olor no sólo por todo el trabajo de ese día sino también porque me pareció interesante reconocer una memoria de mi familia en un simple olor que aunque nunca me ha agradado igual para mí es una tradición.

                                                                                                               Mónica Mendoza

Tan fácil como hacer arroz...

Un día Jaime me pidió hacer arroz diciéndome que lo hiciera como él me lo había enseñado, siendo que en los diferentes cargos que tuve durante tanto tiempo en el taller nunca me habia tocado hacer esa simple preparación.

Aunque yo no tenía ni idea de cómo prepararlo, a todos mis compañeros les pareció tan fácil que les pedí ayuday en ese momento me di cuenta de que teníamos en la cabeza la imagen de cómo hacer el arroz pero nadie sabía como finalmente hacerlo.

Entre todos tratamos de prepararlo y cada uno daba ideas de cómo lo hacia en su casa mas nadie se acordaba bien de algo tan sencillo y  mucho menos de la forma en que lo hace Jaime. Terminamos haciendo el arroz sólo cuando uno de mis compañeros del grupo que había estudiado cocina antes llegó y prácticamente hizo ese arroz por mí.

Creo que ésta experiencia me gusta porque nunca pensé aprender a hacer arroz y menos así. Ademas que todas las experiencias y la gente que interviene en éstas son las que forman una manera propia de hacer una receta.

Edna Trujillo

Inicios en la Cocina



Desde que tengo memoria en mi vida ha existido una persona muy especial y que siempre me ha apoyado en todo lo que he querido y de las personas que más me ha apoyado cuando de cocinar se trata, esta persona es mi abuelita Stela quien se dio cuenta desde que era muy chiquito que me gustaba mucho estar metido en la cocina con ella.

Me acuerdo acompañándola para hacer tortas, simplemente me sentaba al lado de ella y esperaba que terminara de batir todos los ingredientes y mi premio era limpiar el escudo de la batidora con los dedos y comerme toda la masa que se quedaba ahí pegada, pues bien, después de pasar los años me iba interesando por otro tipo de cocina, y fue cuando empecé a preparar el desayuno de mi mama y de mi hermano los domingos, innovando e inventándome cada vez cosas diferentes que me quedaban deliciosas y ellos me lo decían.

Ya cuando estaba en décimo y once me empecé a meter a la cocina del chalet donde pasábamos los fines de semana, y donde tanto mis tías como mi abuelita siempre llevaban recetas para preparar, aunque mi día preferido era los sábados donde las empleadas hacían los frijoles con patacones, guiso y todo lo necesario para hacer los mejores frijoles los cuales me los siguen preparando cada vez que bajo a Armenia.

Mi papa también se dio cuenta del interés que tenía yo por la cocina y fue cuando me propuso que entráramos los dos a unos cursos en un restaurante  de cocina thai, y esto me gusto mucho y comencé a practicar este tipo de comida, la cual también me quedaba muy rica y se lograba con esto una integración de toda la familia, igual que ha hecho mi abuelita toda la vida.

Luego me gradué y fue después de unos años que me di cuenta que la cocina me motivaba que cuando estoy cocinando, la disciplina y el buen trabajo son cosas de todos los días y después de eso fue cuando decidí entrar a estudiar Gastronomía en la escuela Mariano Moreno, allí fue donde me formaron como cocinero pero como todo en la vida, no todas las cosas se aprenden solo en una escuela, sino en la práctica, trabajando.

Después de empezar a estudiar mi mama gracias a una amiga de ella que conocía a un chef dueño de un restaurante, me dijo que si quería empezar a trabajar y le dije que sí y las cosas se dieron como tenía que ser y fue cuando entre al restaurante Alfredos Bistró que quedaba ubicado en Usaquén, el fuerte del restaurante era una fusión entre Italia y Estados Unidos utilizando ingredientes creole, tanto Alfredo, el chef del restaurante, como los cocineros con los cuales trabaje, se convirtieron en mis verdaderos mentores en la cocina, son las personas que a medida que uno trabaja le enseñan mañas o trucos para que el trabajo rinda y quede, lo mas perfectamente posible, fue aquí donde realmente me di cuenta como es el funcionamiento de una cocina.

Pues bien después de haber estudiado un año en la Mariano ya pasaba a tercer semestre y fue ahí donde decidí cambiar mi enfoque gastronómico y entre a trabajar a otro restaurante que preparaba otro tipo de comida completamente diferente, pero con la cual yo me sentía muy a gusto, este restaurante se llama Local y preparaba comida colombiana, ahí estuve un tiempo hasta que recibí mi cartón de cocinero y fue en este momento cuando quise buscar mi propio enfoque y fue en los asados donde encontré lo que en verdad me apasionaba y cuando tengo tiempo suelo hacer asados en Armenia, bien sea a mi familia o porque me contrata gente conocida y es una pasión que estoy dispuesto a explotar cuando tenga la oportunidad.

MATEO MENESES 

Sabrosa espontaneidad



Hay momentos en la vida en los cuales todo parece ser tan normal, una cotidianidad a veces aburrida,,, pero de eso se trata la vida, de intentar cosas nuevas, es así como los grandes cambios a través de la historia se han dado, gracias al sentimiento de querer novedad y esto no es inusual en la cocina.
Precisamente esto me sucedió en un paseo, ese tipo de paseos en los que todo importa excepto la comida, el ultimo día, tal vez queriendo algo más de lo vivido paso por la mente de siete personas, intentar, tratar y finalmente lograr cocinar algo que remunerara la insatisfacción alimenticia de aquellos días, como raro la primera idea que surgió fue la de cocinar pasta, una pasta que pensábamos que sería como cualquier otra, pero que nuestros deseos cambiaron, esta pasta fue la manifestación de aquel paseo, de todos los conocimientos que aunque usualmente vemos como tontos son experiencias que definitivamente nos enriquecen, acompañadas de queso parmesano y un buen vino (Cabernet Sauvignon) dejaron nuestro ser realmente emocionado en lo que quedaba del paseo.
Más allá de ser una satisfacción culinaria fue la representación de un trabajo en equipo donde se demostró que cuando hay un esfuerzo en conjunto se logra mucho más de lo esperado y nada mejor que una buena sorpresa para un paladar ansioso.
TATIANA AGUDELO MONGUÍ

UNA SOLUCIÓN A LA DESUNIÓN: EL COMER


En la actualidad existen miles y miles de restaurantes alrededor del mundo, unos de ellos lujosos, otros no tanto, unos de ellos con excentricidades inimaginables pero personalmente estoy casi seguro que en ninguno de estos disfrutare tanto comer como en una reunión con los seres que mas aprecio.

Desde muy pequeño en mi hogar la hora de cenar no únicamente era la hora de consumir alimentos, no.  Mis padres me enseñaron que la hora de cenar era casi “sagrada” debido a que era el momento donde mi padre, mi madre, mi hermana y yo podíamos relatar nuestras anécdotas del día. Esto debido a que en la mañana todos salíamos  de rapidez, mis padres a laborar y mi hermana y yo a la institución educativa,  por lo que no podíamos hablar; al igual en el almuerzo no podíamos reunirnos los cuatro debido a que mi hermana y yo almorzábamos en el colegio y mis padres en el trabajo. Pero en la cena si nos encontrábamos todos y dialogábamos. Normalmente nuestras cenas no eran comidas realmente “Fuertes”, eran mas bien comidas rápidas como hamburguesas o pizzas.  Aún en la actualidad a pesar de que ya mi hermana no vive con nosotros, trato siempre de llegar a cenar a cenar con mis dos padres porque sé que es un momento importante.   

Por otro lado, con mi entera familia desde que nací es tradición siempre reunirnos en algún hogar a celebrar ocasiones especiales con una cena o almuerzo. Ocasiones especiales como cumpleaños, navidad, días del padre o de la madre. Siempre se hacen platos diferentes y algunos miembros de mi familia se caracterizan por preparar un alimento que es de un alto grado de exquisitez. Por ejemplo mi abuela suele preparar la mejor lasaña que mi persona ha probado, Mi mama prepara  unos buñuelos para navidad excelentes, al igual  mi tía vivió mucho tiempo en Medellín y por esta razón es responsable de hacer una muy buena bandeja paisa. En las temporadas navideñas variamos los platos pero para el 31 de diciembre, el día de culminación absoluta del año, es tradición la preparación de ajiaco debido a que desde la época en que vivían los abuelos de mis abuelos esto se hace y queremos que esto continúe así por años.

MICHAEL MEDINA RUIZ. 
En mi familia desde hace muchos años se tiene como tradición enseñarles a los hijos desde pequeños a cocinar, puesto que la comida representa para nosotros un momento de compañía y unión en el que podemos compartir anécdotas y actividades realizadas durante el día, permitiéndonos así interactuar y conocer cada vez más acerca de nosotros mismos.
Primordialmente aprendemos a cocinar el ajiaco, que es para la mayoría de nosotros el plato más representativo de nuestro origen familiar ya que ha sido cocinado y enseñado desde hace mas de 4 generaciones y siempre se a realizado de la misma manera y para fechas especiales en compañía de hermanos, primos, padres y abuelos compartiendo así un espacio en armonía. Esta receta es común a la que se realiza actualmente, pero lo que se busca es integrar a la familia e identificarnos con un plato especial y agradable para todos nuestros integrantes.
Este tipo de evento que realizamos nos permite sentir la unión familiar y poder compartir momentos agradables y experiencias nuevas, por lo que es importante para nosotros,  la unión familiar es símbolo de una compañía con la que siempre se va a contar y que mejor que compartir momentos especiales juntos.


MARIA ALICIA MENDOZA GUTIERREZ 

El delicioso sabor de una mañana




Desde hace algún tiempo la abuela de la familia Caro se sentía muy triste, pues hace unos meses su hijo y su esposa habían decidido mudarse a Bogotá, ellos se marchaban de casa muy temprano y regresaban en la noche, sus nietos estudiaban, así que Julieta permeancia sola durante todo el día, ella desolada se sentaba todas las mañanas en frente de la ventana de su cuarto para observar la ciudad y a cada una de las personas que por allí pasaban. Tras pasar días y días descubría hermosas y maravillosas mañanas, el sol le permitía no sentirse triste y poder disfrutar  de cada pequeño detalle que lograba observar.
Sin embargo, ella notaba algo extraño, las personas comenzaban el día con una cara de estrés y mal genio, parecía que todo les molestara, y ella angustiada por esto, decidió no volver a sentarse frente a la venta por un tiempo. Pero los días pasaban y ella deseaba profundamente ver el sol y que este alegrara de nuevo sus días, empezó a observar las mañanas y notaba lo mismo, el rostro de las personas no cambiaba e iba empeorando, esto era demasiado triste pues en el pueblo en el que ella vivía las personas eran muy amables y sonrientes pese a los problemas que tenían.
Un día decidió que ella debía cambiar la situación  y pensaba que solución dar, pensaba en traer las personas de su pueblo para que juntos contagiaran de su alegría a las personas, pero  esto era muy difícil, no muchos aceptarían venir a la ciudad, pensó entonces en salir y hablar con cada una de las personas que por allí pasaban, pero esta tampoco era la solución pues la personas no tenían tiempo de hablar con ella, así que Julieta desesperada decidió hablar con su hijo para que la a aconsejara, pero él tampoco tenía tiempo, recurrió a su nuera pero ella estaba demasiado ocupada y a sus nietos no les interesó lo que ella deseaba cambiar.
 Ella muy triste no sabía ya que hacer, pero era una mujer tan dulce y tan cariñosa que logró dejar su tristeza de lado y buscar de nuevo una solución, como ella cocinaba unos postres deliciosos decidió inventarse una nueva receta y regalar un postre a cada una de las personas que por allí pasaban, su primer nuevo postre se llamó postre de natas, el cual tenía en sus ingredientes leche, azúcar, yemas y uvas pasas y un enorme cariño, pues deseaba profundamente enamorar a las personas de la vida y hacerlas realmente felices. De esta manera, empezó a regalar en la mañana un postre a cada persona, ellas quedaron tan encantadas con este que cada mañana pasaban por allí para probarlo de nuevo, Julieta al ver esto y el cambio en la actitud de las personas para comenzar el día decidió inventarse un nuevo postre al cual llamó brevas con arequipe, este endulzaba de nuevo los días de las personas y las hacía sentir una felicidad inexplicable. Fue tanto su éxito, que el número de personas diarias aumentaban cada vez más y esta fue su inspiración para inventar las fresas con crema.
Se sentía tan alegre de poder haber cambiado la actitud de las personas con tan solo un pequeño postre en la mañana, que Julieta en realidad deseaba poder seguir llenando la vida de las personas de felicidad en todo momento, pero deseaba a un más poder compartir  con su familia un pequeño postre y que ellos tuvieran tiempo para ella, decidió entonces  abrir todo su garaje y ofrecer otro plato que lograra cambiar a las personas de aquella ciudad. Como su inspiración era el sol, se le ocurrió inventar un plato que fuera llamativo, de un color  vivo, alegre y lo más importante que lograra cautivar a cada una de las personas de amor y tiempo para disfrutar los momentos y los detalles más bellos de la vida, como la familia.
De esta manera se invento el Ajiaco, elaborado con pollo, papa criolla, papa sabanera, papa pastusa, mazorca, guascas y con el ingrediente más importante el amor, de una manera sorpréndete las personas no dejaban de visitar su pequeño garaje para probar y deleitarse con tan maravillosos platos. Su familia al probar esto sorprendentemente también cambio y lograron darse cuenta de lo importante que era su abuela en el hogar y la unión que ella representaba.
Julieta logró cambiar la situación tan triste que vivían los ciudadanos de Bogotá  y por este motivo actualmente los anteriores son platos representativos de la cultura bogotana y es en razón a ellos que las familias se reúnen con amor para disfrutarlos.

LAURA VIVIANA APACHE ALVAREZ

Un día en cocina fria

Érase una tarde de miércoles, en el taller de cocina de la facultad de administración de empresas turísticas y hoteleras del externado, dicho día yo estaba encargado del puesto de cocina fría, me correspondía preparar un tulipán de frutas del cual no tenía la menor idea de cómo hacerlo, además de esto debía preparar la vinagreta, la crema chantilly para el postre, el jugo y servir junto al chef la comida a todos mis compañeros. Empecé realizando la masa para hacer los tulipanes y luego el resto, me di cuenta que el proceso era demorado ya que debía preparar de a dos tulipanes porque de otra manera estos se partían fácilmente, afortunadamente solo partí uno y el resto quedaron bien;  por otra parte a Jaime no le parecía que me estuviera rindiendo y me regañaba cada vez que podía, sin embargo yo me reía y le decía “estoy aprendiendo, vine a pasarla bueno”, a lo que él respondía con una sonrisa y calmándose. Al momento de servir, me paso lo mismo con Miguel el profesor de servicio y fui reiterativo diciendo, “estoy aprendiendo, vine a pasarla bueno”, ellos veían mi argumento muy válido, y no respondían. Posteriormente, al final de la jornada, cuando mis compañeros terminaron de comer, algunos me felicitaron y agradecieron por el rico tulipán de frutas que habían comido, es por esto que dicho día fue muy satisfactorio, puesto que aprendí como hacer todo el menú de ese día y cumplí mi objetivo de “pasarla bueno”.          

DANNY L. MORENO MATEUS