sábado, 13 de octubre de 2012

Paloquemao todo un mundo de colores, olores y sabores por conocer…


Paloquemao todo un mundo de  colores, olores y sabores por conocer…






Al escribir el nombre de la plaza en el título y en sí en el trabajo que se describe a continuación, pareciera como si la persona que pronunciara la palabra “Paloquemao” perteneciera a la región caribe; Esto es pues lo que significa hablar sobre este acerbo cultural localizado en la Avenida 19 con 25. El recorrido comienza desde el simple hecho de dejar un bus de servicio urbano, que de una forma u otra representa algún tipo de comodidad y “seguridad”. Al comenzar a caminar hacia la plaza se observan lugares importantes como los juzgados y también un nuevo centro comercial Calima.
La plaza de Paloquemao cuenta con  cinco entradas en su frente y tres en la parte trasera colindando con el barrio Usatama, dichas entradas cuentan con seguridad canina, personal especializado en la revisión de personas, además de un parqueadero con todas las garantías a los vehículos que visitan la plaza de comercio minoritario más segura de la zona, con los mejores productos frescos de cada región.
Ha mi llegada a la plaza, me encontré con la zona central de artesanías, lo que indicaba que esta plaza estaba dividida por las siguientes zonas: Desechables y hierbas, Pescado, Gallinas, Pollos y huevos, Cerdo, Granos, Frutas y Verduras y para finalizar utensilios de cocina.
En la primera zona central de artesanía, me encontré con el negocio de don Libardo Leguizamón, comerciante desempleado aproximadamente hace 12 años, quien encontró en Paloquemao la solución rápida a sus problemas de dinero diario como el bien lo explicaba;  artesanías como chorotes de Raquirá Boyacá y canastos de Ibagué región Tolimense, otro producto de este local son las canastas de pájaros que provienen de San Francisco Cundinamarca. El señor Leguizamón abre su negocio Naviflor al público desde las 6: 00 am hasta las 4:30 pm, En la época de navidad llegan a su negocio las decoraciones de churruscos navideños.
En la segunda zona central de desechables y hierbas encontramos a doña Oliva, una mujer de unos 68 años que lleva trabajando aproximadamente 7 años en esta plaza, antes se dedicaba al oficio de  vendedora ambulante de bolsas negras para la basura. En el negocio que atiende doña Oliva se encuentran hierbas medicinales, totumas para las celebraciones de 15 años, Palo de rosa para el buen olor, sábila, incienso,  tierra y carbón. Estos productos vienen del valle del cauca y de Chipaque en Cundinamarca, Ubaque en Cundinamarca, Tabio en la misma región al igual que Tenjo y Cota. Es importante distinguir a los clientes que visitan este local, sus mas selecta clientela compra el baico para la purga, el apio para el dolor estomacal, la manzanilla para recobrar el sueño, la valeriana para el control de los nervios y las totumas pequeñas  como recordatorios de fiestas de 15 años, las totumas  medianas para la chicha y las más grandes en la costa pacifica las usan para tomar sopa. Otros comerciantes las utilizan para la decoración de cantinas y/o bares.
La zona de Gallinas son dos hileras de congeladores donde solo se vende y procesa gallina criolla orgánica, las personas que trabajan allí bastante ocupadas no se dieron al diálogo, solo hablaron de precios que oscilan  entre los $8.000mil y $16.000 por gallina.
La zona de pollos y huevos esta muy organizada, los  huevos están separados por sus colores, el tipo de gallina ponedora,  su tamaño y sí era un huevo natural, donde la gallina no se alimentó de concentrado sino de matas y comida orgánica. Esta zona esta subdividida en vísceras y en pollos por presa.
La zona central de cerdos, maneja congeladores o frigoríficos  con bajas temperaturas, las personas están muy abrigadas y venden el cerdo deshuesado, además del tocino y las cabezas del cerdo apetecidas por los restaurantes tolimenses,  que están muy cerca de estos locales y que mantienen un comercio directo entre estos dos tipos de establecimientos.
En la zona central de granos, encontramos especies y ajíes el local 80085, en donde doña catalina cuenta que el origen del producto que ella comercializa en este local, es tanto mejicano como peruano. Chile de árbol mejicano sembrado en Colombia dice  doña Catalina que se siembra en muchos lugares pero no pudo dar ni con el pueblo ni con la región. Ají Chiplote, Gindiya,Marisol, Jalapeño y Chivato son algunos de los ajíes mejicanos; En cuanto a los peruanos el Parca, Rocoto y Amarillo, se venden en este local.
En esta misma zona central de granos, la señora Isidra Quiroga en el local 81300, vende productos tales como la mezcla de natilla, la miga de pan, avena, salvado, germen de trigo, semilla de girasol, alpiste y mixto de pájaros a mi parecer los dos últimos son comida para aves. Doña Isidra como pidió  ser llamada, lleva seis años en la plaza y ha visto los grandes avances de tipo organizacional e higiénico de la misma, lo cual la  motivan a seguir luchando por Paloquemao. El control a las personas y a los camiones es algo que mejoró en la plaza desde hace dos años indica la señora.
 En sus palabras nos explicó que la plaza no está dividida por regiones, se encuentra es una variedad de  zonas de distintos productos. Reconoce que en la venta de cada producto se identifican  diferentes orígenes relacionados con regiones de Colombia.
Los comerciantes minoritarios de Paloquemao luchan, para tener una gran variedad de productos de la misma especie, La gente que vende plátano o solo líchigo o se especializa en todos los derivados de la mazorca.
Al preguntarle a doña Isidra si aceptaba el reto de construir un plato de la cocina local, utilizando los productos que ella vendía me sorprendió con la siguiente receta:
Almuerzo:
Arroz con almendras, ensalada con maní y uvas, pollo con semillas de girasol, papa chip y postre de cereal con yogurt adornado de uva y galleta, cabe aclarar, como dijo  doña Isidra no tener  ni pollo ni verduras.
La zona de frutas y verduras esta en un solo lugar, se venden frutas importadas y frutas locales de la región cundiboyacense, es difícil preguntar por la zona y que respondan con un solo lugar.  Resulta  curioso, que una parte de  las personas que se encargan de vender este tipo de producto son de raza negra y son dueñas de los establecimientos. Cabe pensar que hay una colonia chocoana en Paloquemao, pero como ya les expliqué no me atreví a preguntar.
Ya para terminar la Zona de utensilios de cocina, en donde convergen palos y cucharas con ollas marca Imusa u ollas sin marca alguna, dan cuenta de un mercado relacionado con la cocina de la plaza, es decir, estos locales de utensilios están cerca a los restaurantes y a las tiendas de venta de tinto. Traté de acercarme a pedir recetas y preguntar por los platos del día, pero el estrés del mediodía de la cocinera mayor me lo impidió. Una señora Rosa, sintió pesar por mi situación y me atendió explicándome sobre el mercado de genovas de Raquiriquí Boyacá, también de las arepas boyacenses para los restaurantes y asaderos.
Al salir de Paloquemao, necesitaba cambiar un billete para llegar a la universidad, las personas de los negocios en Paloquemao, cuentan con mucho dinero en efectivo y me lo cambiaron gustosamente. Don Luis Ávila mientras me cambiaba el billete, me explicó que la papa la traen de todo Boyacá, especialmente de Tunja y Toca, también de la sabana de Bogotá, de  lugares como Usme y  Mochuelo.  Las papas que venden en el local son criolla, sabanera, pastusa, R12, única, carriza y sabanera.
Eso fue todo en este pequeño recorrido de colores, olores y sabores por conocer…


miércoles, 10 de octubre de 2012


UNA TRADICIÓN PAYANESA

La familia de mi mamá tiene una gran influencia valluna, que se refleja más que todo en las tradiciones gastronómicas que con el paso del tiempo se han ido perdiendo, pero que gracias a mi abuela y sus hermanas aún se conservan algunas.

 Por ejemplo en fechas especiales es tradicional que se reúna una gran parte de la familia que en su mayoría son mujeres a comer o tomar onces, y que la comida sean tamales de pipian, unos tamales especiales hechos con papa colorada y maní tostado, acompañados con ají de maní, que es un plato tradicional del Valle del Cauca, poco conocido pero muy apreciado dentro de mi familia.

Otra de las tradiciones familiares es que cada vez que se reúne la familia por alguna fecha especial, mi mamá lleva cuajada con dulce de mora y manjar blanco un postre típico y apreciado en todas las comidas y una de mis tías prepara arepas y masitas de queso que se acompañan con chocolate o café a la hora de las onces. 

Natalia Corredor O 

viernes, 5 de octubre de 2012

LOS TAMALES DE LA ABUELA

La familia de mi papá esta conformada por 10 hijos (8 hombres, 2 mujeres), mi abuela Ninfa Quintana y mi abuelo Jorge Prada, todos santandereanos, así que con tantos hijos era costumbre que mi abuela para demostrarles su amor a cada uno cocinara platos para ellos, y era en ese momento  cuando toda la familia se reunía para hablar de sus cosas, celebrar ocasiones especiales y esencialmente... unirse como familia entorno a la comida y a la sazón de la abuela, que nunca se olvidará.

El tiempo corrió y cada hijo se fue a estudiar fuera de casa y mas adelante empezaron a casarse y a formar una familia... la familia Prada Quintana creció hasta estar conformada por 46 miembros (25 primos, 10 tías , 10 tíos y la abuela, pues el abuelo murió muy temprano) todos viviendo en diferentes partes de Colombia, 3 de los hijos se fueron a vivir a Medellín con sus familias,  2 se fueron a vivir a Manizales con sus familias, otros 2 se fueron a vivir a Pereira, 1 de las hijas a Bogotá, 1 de los hijos a Bucaramanga y el ultimo de ellos a  Cucuta.

Pero cada navidad y año nuevo nos reuníamos todos a celebrar en familia y disfrutar con los primos que no habíamos visto en un tiempo, las concuñadas cada vez se hacían mas unidas, los hermanos volvían a verse pero mas especialmente volvíamos a disfrutar de la abuela y de sus trucos, consejos e historias; cada año en navidad no podían faltar los cientos de tamales que preparábamos todos, unos les ponían la carne, otros las verduras, los primos mas pequeños la masa especial y por ultimo otros envolvían los tamales, los amarraban y los ponían a cocinar... hacíamos tantos que quedaban hasta para llevar.


Aun nos seguimos reuniendo todos (incluyendo la generación de los hijos de primos), y aunque la abuela ya no este con nosotros, sus recetas han quedado, y cada año en navidad volvemos a recordar su sazón y su amor con la cantidad de tamales que todavía hacemos.

Angélica Prada Barrera
Paloquemado
Un experiencia diferente y con cosas nuevas que aprendí,  me di cuenta que hay variedad de personalidades, diferentes formas de atender al cliente, la amabilidad y humildad hacen su trabajo para complacer al usuario en sus compras. En la plaza de Paloquemado pude experimentar que las señoras que trabajan ahí sienten cierto recelo cuando uno como mujer no les compra, fue más difícil preguntar a ellas, pues no les interesaba si uno no les compraba, mientras que a los hombres les fluía la conversación. También, con esta experiencia pude concluir que la mayoría de productos son traídos de Boyacá. Así mismo, las personas en su mayoría son de Bogotá y uno que otro paisa, chocuano,venezolano y boyacense.

Fue una experiencia nueva, con variedad de productos, razas y personalidades que representan lo rico que es Colombia en esos aspectos y la diversidad de frutas y verduras que poseemos.

KELLY JOHANA VILLAMIL HERRERA

miércoles, 3 de octubre de 2012


Sin saberlo, a nuestro alrededor existe una infinidad de riquezas y
beneficios, es imposible no ver algo tan colorido. Siempre dejamos que 
pase desapercibido, sin embargo, está ahí, en nuestras vidas, a diario.
La riqueza colombiana es infinita, no monetariamente, pero eso es algo
que se podría cambiar. Cada día, miles de personas trabajan con el más
abundante recurso colombiano... las frutas y las verduras. Los colombianos
ven en éstas un producto cotidiano, sin ningún valor, pero al analizar 
profundamente, se puede ver que se pueden aprovechar exitosamente.

Es por eso que, sería una buena idea aprovechar tantos recursos
y hacer experimentar a personas que nunca las han probado, y al mismo 
tiempo, se evitaría tanta pérdida. La forma de hacerlo sería, crear un
plan turísitco en el que las personas tengan la posibilidad de degustar
cada una de las frutas que se producen en nuestro país, algo así como una
ruta gastronómica en la que se haga un recorrido por todo el país dando a
conocer a los extranjeros el producto nacional colombiano, haciendo
especial énfasis en las frutas nacionales.

Haciendo posible esta idea, se podría dar a conocer a la riqueza colombiana
y así mismo, aumentar y mejorar la economía, ayudando a aquellas personas
que a diario trabajan con este producto, que como ya se mencionó, es 
común para nosotros, los colombianos.

Karen Vergara